domingo, 12 de enero de 2014

La matanza de Quíos, Delacroix


La matanza de Quíos:
Delacroix pone gran interés en los acontecimientos que están sucediendo en su época en Grecia pues este se encuentra en una situación de luchas insostenible, con numerosas batallas y matanzas en el enfrentamiento de estos contra las tropas turcas en la guerra de la independencia de los primeros.
El cuadro en cuestión de grandes dimensiones, de 417 x 354 cm, se conserva actualmente en el Louvre, y recoge un momento de dicha guerra, una matanza ocurrida en las islas griegas y  que, según unas fuentes habría ocurrido en 1822 y según otras en 1824, aunque el cuadro fue pintado en la fecha más tardía de las dadas anteriormente. Habrían muerto unas 18.000 personas en el ataque de las tropas turcas enviadas por su sultán para reprimir la rebelión surgida en la zona, llegando incluso al de muchos de los supervivientes sin importar la edad o el sexo de los mismos, llegando incluso a la esclavitud.
Sin embargo este cuadro sería modificado posteriormente, después incluso de su exposición en el Salón de París, en el año 1725, en el Louvre y en el que también expusieron otros artistas aunque otros mucho más numerosos fueron rechazados de esta exposición que se realizaba desde 1664 y que se siguió realizando tras esta. Sería pues modificado para incorporar más luz al cuadro que al parecer quedaba mucho en tinieblas y así se dio una mayor sensación de drama.
Se puede observar cómo se refleja un paisaje, abierto, del que se transmite gran profundidad con la costa al fondo y con un tercio del cuadro ocupado por el cielo azul y las numerosas nubes pero no con colores vivos sino más bien apagados, lo que ayuda en la idea del terrible suceso que se está llevando a cabo. Compositivamente aparecen varios grupos de personas, tanto hombres como mujeres, distribuidos en el primer plano en forma de pirámide. Podemos diferenciar la de la izquierda en la que sale un varón con bigote en la cúspide en el que se apoya una fémina con expresión abatida como rogándole o compartiendo su dolor con él y los que parecen ser unos niños en el nivel inferior abrazándose mientras uno de ellos mira al cielo, así como dos personas, hombre y mujer, casi desnudas, abatidas, tiradas en el suelo con expresión y la mirada perdidas.
Por otra parte se ve otro grupo de figuras en el centro de la composición pero en un segundo plano, más en penumbra y por tanto con menor importancia con alguien llorando y lo que parece ser un soldado por portar un arma. A la derecha se ve otra pirámide compositiva con un turco a caballo en la parte superior en actitud ofensiva ya que aparece golpeando a un hombre del que no se ve el rostro y a su lado a una mujer desnuda cayendo. Debajo de estos dos aparece una mujer mayor sentada, como ajena al resto de lo que sucede y que mira al exterior del cuadro con expresión horrorizada por lo que está sucediendo y a cuya derecha aparece una mujer tirada en el suelo con el torso desnudo encima de la cual aparece un niño pequeño como intentándose agarrar a la que parece ser su madre.
En segundo o tercer plano aparece otro grupo de pobladores, más difusos y que parecen combatir al enemigo.
Es importante en este cuadro la importancia que tiene la propia gente, sin nadie que destaque como pasaba en el anterior que hemos tratado de la libertad en forma de mujer que animaba a la lucha a las demás figuras; también el color pues son numerosos los tonos que se dan a pesar de no ser un cuadro muy luminoso, como el cielo con distintos azules, el paisaje o el humo que aparece al fondo lo que da profundidad a este cuadro romántico.
Con su elaboración, el pintor francés apoya el movimiento griego para emanciparse de estos turcos, lo que consiguen por el tratado de Adrianópolis de 1829 tras la intervención de algunas naciones europeas que estaban consternadas por los acontecimientos, y para que engañarnos, porque tenían intereses en la región ya fuesen territoriales, políticos o comerciales.
 

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